top of page

Contribución a Diodati. La cuna del monstruo


Con este poema he participado en tan interesante proyecto, acompañando a excelentes escritores e ilustradores en el bicentenario del encuentro fundacional en Villa Diodati:

TERCETO DE LA LUZ NEGRA

“Quizá todo lo terrible no sea,

en lo más hondo de su fundamento,

más que lo desvalido que nos pide ayuda”

Rainer Maria Rilke

Invitación de Lord Byron

Amarga es la pulsión que me visita.

Dice que ya no escriba, que me apague,

que todo ha de llevar hasta el olvido:

tu aliento y mi tesón.

Más yo arderé en la luz de mi decir,

seré este lucernario que en la tumba

ha de cantar sin brida, sin bozal.

Escribo desde siempre,

escribo en el acuoso humor de las pupilas,

vomito mi escritura,

tanteo,

sueño

oscuros pasadizos,

o lagos de ceniza,

mutismos y presencias fantasmales,

porque en la encrucijada de la noche

irrumpe la belleza,

porque en lo más oscuro de mis huesos

se mece, se pasea

inquieta

la verdad.

Espada del crear,

tormenta de ir vistiendo

de fuego las palabras,

de acometer al mundo,

de estremecer al lobo del silencio.

Venid y recorramos la tierra de Rousseau,

rescate nuestro canto la ribera

de un cielo agonizante.

Escribid, escribid, amigos míos,

pupilos de la bestia de un relato,

imaginad cadáveres y sangre

que vive eternamente en la memoria,

inoculad de voz a este verano,

que tan sombrío viene hasta la Villa.

Promesas de Mary Shelley

Intensa ensoñación que me visita,

hondo clamor de bruma y agonía

habita entre las sombras de esta Villa.

Si a todo este paisaje yo le sumo

el nombre que presiento,

que empieza en un deseo

y me consume…

¿Cómo puedo cerrar las ventanas?

Dondequiera que miro le advierto.

Ay, sus dedos,

sus brazos exangües.

Ay, su cuerpo de inerte consuelo.

Si miro hacia mi ayer

no me conozco,

veo la complacencia que he vestido,

un conformismo gris,

un no querer espejo que me cace.

Iré hacia los glaciares impolutos

para verter el magma de mi voz.

Rescataré preguntas

que punzaban

mi piel de adormidera.

Soltaré cada nudo del miedo

aunque un monstruo

me siga.

Y si en adormecerme

los hombres se entretienen,

en aplastar mi firme voluntad:

yo iré manchando páginas de tinta,

de fuerza y rebeldía,

de fulgor.

Viviré,

vivirás

en el mismo dintel de la muerte.

Advertencias de la criatura

No solo la inventiva,

no solo el devenir, la confluencia

de astros y presagios,

no solo la amalgama del verano

boreal con el invierno;

ha sido la pasión,

eléctricos encuentros,

las alcobas

hambrientas que pedían alumbrar.

Lo vivo siempre nace del placer,

de impulsos que envenenan, que desarman…

Soy de ella, de él,

de vosotros,

de esa turbia moheda

de culpas.

Nadie me lloraría si muriese,

y aunque mi soledad es absoluta,

ya se yergue la vida

en mí (o una parodia),

tu ardor,

la sima del instinto,

el juego de la carne,

su insolencia

feroz la ha levantado.

Qué angustia y qué deleite me atenaza.

Por eso tengo alma y sobrevivo,

por eso mi sombra ha de seguir

mordiendo,

masticando en tu ventana

cada grito de hiel y lascivia.

Marina Tapia

Contador de entradas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square
  • Twitter Basic Square
  • Google+ Basic Square
bottom of page