RESEÑA EN FESTA 2018 PETRER

MARJALES DE INTERIOR

Por Rosa Francés Requena

Marina Tapia Pérez, nacida en Valparaíso (Chile), vive en Granada. Es artista plástica y poeta. Entre sus poemarios publicados destaca “El relámpago en la habitación” y “50 mujeres desnudas”. Además ha coordinado “El pájaro azul. Homenaje a Rubén Darío” también aparecen sus versos en diferentes revistas y antologías como “Todo es poesía en Granada” (Esdrújula) y “Nocturnario” (NAZARÍ). Entre sus premios destacan “The Cove Rincon Internacional, Miami” (2006), “Arte Joven La Latina de la Comunidad de Madrid” (2008) o “Certamen poético de Guadix” (2014). Pero su admirable ilusión por la sencillez de la vida deja que sus manos dibujen un arte poético y plástico para engalanar las palabras y adornar espacios rurales. La autora nos deleita con su libro “Marjales de interior”, ganador del XVII Premio Poesía “Paco Mollá” 2016, porque es un canto a la naturaleza, donde sus paisajes vuelan y se funden con el silbido del pájaro que despierta al amanecer, como homenaje a Rubén Darío. El libro presenta cuatro partes encadenadas por su gran lirismo y temática. En la primera parte el despertar de la flora conmueve la tierra que florece, donde el agua habla de las grutas escondidas para que la oscuridad de los aljibes den sabor a la vida. Entre la personificación y la anáfora, la segunda parte refleja el paisaje granadino que, en los versos de Marina, nos presenta la fuerza de la vida que marca el paso del tiempo para que nos guíe por el sendero del aire y encontrar nuestro propio interior.

Marina, en la tercera parte, describe cada instante desde la claridad del amanecer hasta la oscuridad del anochecer para detener y valorar los momentos vitales a través de sus poemas. El fruto otoñal colorea el ocre del paisaje mientras que la fuerza del atardecer contrasta con la fruta caída de las ramas secas y envejecidas. Del mismo modo su elogio a la luna simbolizan las figuras que Federico García Lorca utilizó para embellecer sus versos. En la última parte todavía queda vida y mientras el almendro florece despertando la juventud, la nieve de la sierra se va perdiendo y escondiéndose para envejecer y renovar el manantial de los ríos que descansan bajo las frondosas montañas.

En este libro encontramos la esencia de las palabras y las estampas de pensamientos nacidos en universos que emanan sensaciones y penetran en la sencillez y en la humildad de la autora. De esta forma la influencia del trascendentalismo americano y de la sensibilidad romántica, que desvelan las vivencias rurales, marcan el paso de las diferentes estaciones y de la creatividad, lo que manifiesta que Marina es una creadora de imágenes para emocionar al lector y atraparlo para sensibilizar lo más profundo del ser humano.